No son aceptables las afirmaciones generales y apodícticas de que en toda gestación por sustitución existe una cosificación del niño y de la gestante, así como un perjuicio de la dignidad de aquella. No se puede opinar así sin valorar cada caso concreto, las circunstancias de cada supuesto.
Antes de opinar en contra de esta práctica hay que conocer bien cada caso en particular, ya que no es lo mismo un supuesto en el que la mujer gestante esté casada, en el que los comitentes no acepten quedarse con el bebé, en el que ninguno, uno o los dos comitentes han aportado material genético, en el que la mujer gestante solo haya gestado o haya también aportado su materia genético, etc. Y, sin lugar a dudas, estar siempre bien asesorado por profesionales honestos para que todo el proceso se realice de manera rápida y transparente.
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